MADRID/MURCIA/ROMA.- Al menos ocho personas murieron (entre ellas, un menor) y decenas resultaron heridas ayer en el sureste de España a causa de dos terremotos sucesivos en espacio de dos horas, que alcanzaron magnitud 4,5 y 5,2 en la escala de Richter, según informaron fuentes de Protección Civil.
El epicentro fue localizado en la región de Murcia. Dos edificios se derrumbaron en Lorca, municipio de unos 100.000 habitantes donde se registraron todas las víctimas mortales. Una residencia de ancianos, un hospital y el ayuntamiento fueron desalojados, cayeron cornisas de edificios, lámparas y objetos, y se produjeron grietas en calles y rutas. Se destruyó el campanario y parte del techo de la iglesia de la Virgen de las Huertas, y hubo daños en el histórico castillo de Lorca y en el Palacio de San Julián. "La situación es de caos y de desastre generalizado", afirmaron fuentes del Gobierno en Murcia. El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, movilizó 150 miembros de la Unidad Militar de Emergencias, que se desplazaron con ayuda a la zona afectada para participar en las tareas de rescate y desescombro, con recorridas casa por casa. Los sismos se sintieron en otras localidades de Murcia, incluida su capital, así como en algunos puntos de las vecinas regiones de Andalucía y Castilla-La Mancha.
Predicciones en Italia
El terremoto en España coincidió con la alarma lanzada en Italia por los seguidores de las predicciones del científico Raffaele Bendandi (muerto hace 30 años), quien había augurado que ayer iba a destruirse el Coliseo Romano por un temblor.
Un 20% de los romanos no fue a trabajar y los hoteles cerca de la capital de Italia tuvieron más ocupación de la común, ante el temor de que la ciudad quede reducida a escombros. Varios comercios cerraron con justificaciones de bodas, inventarios o problemas familiares. (Especial-DPA-AFP-Reuters)